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Reclamo Hentai a la insatisfacción
Carmen Elizabeth Aguilar Lara
El Hentai, o cómic erótico Japonés es una expresión que está tomando mucho auge, primero en Japón y ahora en Estados Unidos y México. Su principal medio de difusión ha sido la Internet. Podemos encontrar diversas páginas y foros sobre el Hentai y toda una gama de representaciones gráficas.
Los usos que se hacen de Internet son tan variados que sería complejo llegar a la generalización en cualquier sentido. Sin embargo, es innegable la rapidez con que este medio se ha convertido en fuente esencial de información y validez de conceptos, lo que se hace evidente al notar que el tránsito ha sido, en efecto, muy veloz.
En este sentido, pretendo en este artículo mostrar una aproximación a las búsquedas del género de Manga japonés denominado Hentai. Esta demanda de los contenidos Hentai implica la necesaria explicación de cómo las personas que consultan tales imágenes asumen como válidos los mensajes que éstos presentan.
El tiempo y las distancias se acortan, los límites se difuminan ya que, según Baudrillard “este es el tiempo de la miniaturización, el telemando, y el microprocesador del tiempo, los cuerpos, los placeres. Ya no hay ningún principio ideal para estas cosas en un nivel superior, a escala humana.”
La existencia de una comunidad Hentai se explica por una notoria necesidad de referentes sexuales que se encuentran disponibles a un clic, y ahí está: todo un cúmulo de mensajes erótico-pornográficos compartidos dentro del cómic.
Sean positivos o no estos referentes, lo cierto es que los jóvenes, principalmente, están apropiándose de conceptos con respecto a su sexualidad que son un factor que influye en la determinación de las formas de contacto real-físico con los demás.
La palabra Hentai significa, en japonés, “pervertido o perversión” y/o “transformación”. Sin embargo el término es usado bajo varios conceptos que llegan a occidente en forma de Manga (cómic japonés) y Anime. El artista Maurycy Gomulicki –realizador en una muestra en el Centro Nacional de las Artes (CENART), denominada Hentai: cascadas y gritos- explica que “los dibujos Hentai funcionan en la red en cantidades parecidas a las de la fotografía pornográfica. Esto es signo visible de la alta demanda que tienen. Ya que el hecho de que el dibujo cumpla con la función de pornografía como generador de emociones reales, es importante dentro del tema de virtualización.”
La imagen Hentai está conformada por colores atractivos, además de líneas sintéticas que definen los contornos y marcan los rasgos; Gomulicki explica que “en los años ochenta aparecieron colores fosforescentes; hoy cuando los dibujos se hacen con la luz en las pantallas arde todo el arcoiris. En los dibujos Hentai fascina la calidad estética que poseen, su intensidad, su color, su belleza.”
Sin embargo, estas imágenes muestran en muchas ocasiones deseos sexuales profundos; el artista explica que la violencia es elemento esencial del erotismo oriental y la mejor manera de cumplir con el deseo es la violación. Se ha desatado polémica en torno al género erótico-pornográfico del Manga y Anime. Los subgéneros Hentai más consultados en la red responden a estos deseos, ya que cuando su vehículo es el dibujo, entonces los hechos no son reales y nos podemos dar permiso de las fantasías más salvajes que se nos ocurran.
Las imágenes Hentai tienen tanta variedad como sexualidades existen, lo que les ha hecho objeto de muchas críticas al responder a las llamadas parafilias, como el sadismo o masoquismo, la escatofilia y la pedofilia. Por otro lado el uso de Internet como espacio de intercambio ha sido criticado ampliamente, sobre todo en el sentido de si éste implica una separación de los seres mediatizados, que prefieren el resplandor de la pantalla al contacto humano.
Si bien la red Hentai ha permitido el intercambio de ideas y aproximaciones con otros jóvenes con las mismas inquietudes, estos intercambios simbólicos se volverán una constante en la vida diaria de cada vez mayor número de personas, creándose una comunicación simulada que impediría el cumplimiento de su propósito de intercambio.
Ante esto, el único asunto que habría que fomentar en los consumidores de estos cómics, serían, las formas de discriminación de contenidos de la red, la capacidad de discernimiento y la formación de criterios respecto a la sexualidad. Tarea difícil pero no imposible.
5 de septiembre de 2009, 19:26
Hola, la verdad tiene mucha razón con lo que dice ^_^ soy un joven de paraguay, tengo 17 años y me encanta el hentai, pero enrealidad lo veo por que como usted dijo anteriormente;por las imagenes, tiene una textura increible, la verdad en el hentai se puede apreciar '' la chica perfecta'' o ''mujer perfecta como quieran llamarla'' y viceversa para las chicas, bueno eso creo.